Crónicas y Documentos

IDENTIDAD DESCONOCIDA

3 de Marzo de 1993

08:30 AM


Acababa de levantarme como cualquier día normal en mi vida, dirigí la mirada hacia el reloj y alarmado me di cuenta de que me había quedado dormido, mi primer día tras las vacaciones y si no me daba prisa llegaría tarde al trabajo y recibiría una nueva bronca del Capitán y eso sería un verdadero problema así que pensé en llamar a la comisaría e inventarme alguna excusa, al descolgar el teléfono no había línea, quizás fuera una avería en la calle, dado que hacía escasos días habían echo modificaciones en el alumbrado y quizás eso había afectado así que continúe vistiéndome rápidamente y atándome los zapatos mientras hacía malabarismos con la corbata y la taza de café, enfunde mi arma en la vieja pistolera recuerdo de mi padre y abandoné rápidamente mi casa, consternado por la hora y por el echo de que llegaría tarde me precipité sobre mi coche y me puse en marcha, todo comenzó en una gran avenida, cuando circulaba con gran prisa y premura, la circulación comenzó a hacerse más lenta hasta que finalmente se detuvo, enajenado comencé a tocar el claxon de una manera insistente e instantes después se formó un coro de conductores furiosos por la retención.

Cuando bajé del coche para ver cual era la causa de aquel atasco observe un coche patrulla con las luces rotativas encendidas, instantes después escuché un disparo e instintivamente agaché la cabeza ocultándome tras la puerta de mi lado, tras el primero escuché varios disparos más y mi primera hipótesis giró en torno a que la policía estaría manteniendo algún tiroteo con pandilleros o algo similar, pero mi teoría perdió peso cuando por el sentido contrario veo llegar más y más coches patrulla es entonces cuando pensé que algo realmente marchaba mal, apuré mis manos a la guantera y colgué de mi cinturón la placa para poder identificarme, desde dónde me encontraba no disponía de una visión clara de lo que sucedía porque un gran camión me impedía ver la totalidad de la escena, así que decidí acercarme para poder prestar mi ayuda, al fin y al cabo yo también era policía.

Cuando sobrepasé el gran camión la escena me dejó completamente congelado, uno de los agentes de policía yacía sobre el capo del coche patrulla con el torso completamente destrozado y parte del contenido intestinal al aire su compañero permanecía tirado en un charco de sangre a 2 metros del coche con el arma desenfundada y todavía sujeta en la mano, traté en vano de comprobar si ambos permanecían con vida pero fue inútil, estaban muertos, ignorante de la situación achaqué aquello a algún animal salvaje que quizás pudiera haberse escapo del Zoo y atacado a los agentes que trataron de abatirle, un nuevo disparo me sacó de mis ensoñaciones y al volver mi mirada hacia el origen del impacto observé como varios agentes parapetados sobre los costados de los coches abrían fuego contra 2 individuos los cuales debían estar puestos de algo hasta las cejas porque parecían no notar nada, en todos los años que había trabajado en el departamento solo había visto un caso similar de un camello puesto hasta arriba de drogas que resistió 12 disparos a quemarropa antes de caer abatido, instantes después el grupo de agentes abatió a los 2 individuos, cuando quise acercarme para comprobar la situación fui apartado bruscamente por uno de ellos que me ordenó a grito en pecho regresar a mi vehículo, me giré completamente desconcertado y sin intención de replicarle y regresé a mi coche.

Mientras la circulación era restablecida y poco a poco comenzábamos a avanzar pude ver un grupo de ambulancias dirigirse hacia el lugar del incidente, fue la ultima visión que tuve de la escena antes de abandonarla en dirección a Diagon Square, aún impresionado por lo sucedido pensé que podría comentarle lo que había visto al capitán y obtener alguna explicación del suceso o por lo menos intentarlo si no era reprendido primero por llegar 1 hora tarde, estacioné mi vehículo en el estrecho aparcamiento de la vieja comisaría en el 4º precinto de la ciudad, una pequeña comisaría para dar servicio a un barrio periférico, me dirigí hacia las escaleras de piedra y las atravesé con rapidez hasta situarme en la puerta trasera para evitar el tráfico de gente que se aglomera en la principal, atravesé con prisa la puerta del garaje exterior y me dirigí por las escaleras internas hacia la 3ª planta, nuestras oficinas, al pulsar el botón del ascensor comprobé tras reiteradas veces que parecía no funcionar, Genial pensé, tendré que tomar las escaleras, subiendo a grandes zancadas cuando estaba en la primera planta escuché ruidos y varios golpes contra las puertas, ignoré aquel sonido, lo había escuchado demasiadas veces ya, probablemente los chicos de Antivicio se estaban pasando con algún sospechoso de nuevo, no quería mezclarme en la mierda de los demás y seguí subiendo.

10:30 AM

Abrí la puerta de mi despacho y busque con la mirada a Harry, me sorprendió no verle recostado sobre su silla con los pies en la mesa leyendo algún informe, la imagen se había vuelto una rutina para mi en los últimos años.
Recogí los documentos pendientes de mi mesa tenía una verdadera montaña de papeleo probablemente lleno de casos de acoso, estafa y con suerte algún homicidio de barrio, atravesé el pasillo principal y mi instinto comenzó a indicarme que algo raro estaba sucediendo, no había nadie en todo el tramo que atravesé hasta el despacho del Capitán y muchas de las salas comunes estaban vacías y revueltas, papeles por todo el suelo, sillas tiradas, teléfonos descolgados, era increíble, apuré el paso aún más y me dirigí sin distracción alguna a ver al capitán, cuando llegué su puerta estaba cerrada completamente, golpeé en dos ocasiones el marco y nadie respondió, cuando me disponía a girarme para regresar a mi oficina, escuche unos sonidos lastimeros en su interior, como los de una persona sollozando, traté de girar el pomo de la puerta pero estaba cerrada desde el interior, no lo dudé tiré a bajo la puerta, el sonido rompió por completo el silencio de toda la planta y entonces cuando la puerta calló lo vi, toda la habitación estaba llena de sangre, las paredes, el suelo la mesa todo, vi algo moverse tras el despacho del capitán, cuando me acerqué puede ver al Detective Tyler un hombre fuerte y corpulento sobre lo que una vez fue el capitán, no pude soportar la escena y arrojé todo el contenido de mi estómago, mareado e impactado me quedé congelado, en ese momento Tyler volvió su rostro hacia mi y me miró, estaba.. Enfermo.. Su rostro estaba pálido, sus ojos vidriosos y su boca.. Llena de sangre y restos del capitán, le grité y le dije que no se moviera, no me hizo caso comenzó a levantarse lenta y progresivamente como si le costase un gran esfuerzo hacerlo, lo único que salía de sus labios eran lamentos sin sentido, le encañoné con mi arma, le advertí una última vez !No te muevas! Pero lo hizo, disparé una primera vez, siguió avanzando, presa del pánico e histeria le vacié todo el cargador en el pecho y siguió dirigiendo sus brazos flácidos y sin coordinación hacia mi, la situación me sobrepasó y huí, me dirigí presa del pánico hacia las escaleras tenía que llegar a la recepción y pedir ayuda, atravesé las plantas a grandes zanjadas, saqué mi tarjeta magnética para acceder a la parte principal y entonces todo empeoró, tras la puerta la escena era mucho peor que la presenciada antes, cuerpos diseminados por el suelo, sangre por todas partes y más de aquellas personas enfermas por la estancia, todo estaba lleno de aquellas cosas, cerré con precipitación la puerta y me dirigí tembloroso de nuevo al parking, tenía que escapar de allí, mientras trataba de introducir histéricamente las llaves en el contacto una de aquellas cosas comenzó a golpear el cristal de mi lado, durante décimas de segundo me quedé congelado por el temor y pude verlos por primera vez de cerca, era un policía tenía todo el uniforme completamente sucio y lleno de sangre, su cuello presentaba numerosas incisiones y le faltaba una gran parte del brazo izquierdo, su rostro no mostraba ninguna clase de sentimiento y de sus labios solo salía el mismo lamento que había escuchado anteriormente, no tenía sentido alguno parecía llevar muerto varios días por el estado de descomposición avanzado de su rostro y aún así continuaba utilizando su único brazo en un agónico intento de romper mi cristal y acercase a mi… Utilizando todas mis energías logré romper el hipnotismo mortal que me hacia contemplar a aquella cosa y logré pisar con violencia el acelerador en dirección a la salida, tenía que volver a casa.

11:13

Mientras circulaba a gran velocidad de vuelta a mi casa evité tomar las avenidas principales que por la mañana habían ocasionado los atascos, precipitadamente mi mente comenzó a unir lazos entre la situación que había visto en la avenida y la de la comisaría, tardé mucho más de lo esperado innumerables calles habían sido cortadas y el tráfico era un caos, excedí todos los límites y puse en peligro mi propia integridad acelerando todo lo posible y arrollando algunas de las barricadas de madera dispuestas para poder continuar.
Cuando llegué a mi calle, pude ver varios vehículos abandonados en medio de la calle y en algunos casos con las puertas abiertas.
Mi mente solo me decía que me guareciera en mi casa, no podía pensar con raciocinio de ninguna clase solo asociaba mi hogar a la seguridad, cuando detuve el vehículo en mi jardín noté la presencia de más de aquellos individuos que comenzaban a salir de ambos lados de la callé, ¿Qué cojones estaba pasando? Mis nervios estaban destrozados no podía pensar con claridad estaba perdiendo la cordura, instintivamente di marcha atrás y emprendí de nuevo la huída esta vez en dirección a la salida de la ciudad, mi hermano vivía a 30km al este en un pequeño pueblo rural, necesitaba verle, necesitaba contar esto.. De nuevo a gran velocidad atravesé varias calles pudiendo ver escenas de pánico y tragedia cuerpos tirados en las calles, gente huyendo con maletas, todo era un caos, algún coche patrulla pasaba a gran velocidad con los rotativos en direcciones dispersas, la ciudad se había vuelto loca, mientras circulaba un recuerdo golpeó como un látigo mi mente, EL PUENTE, había sido dañado dos días atrás por un accidente circulatorio, estaba jodido, ¿Cómo cojones podía salir? Solo había una opción los muelles del Palm Springs, giré el volante todo cuanto pude y coche y ruedas chirriaron al unísono por el brusco derrape, me aproximé a un cruce a toda velocidad y entonces todo pasó demasiado rápido, un vehículo sin control impacto contra el lateral opuesto de mi vehículo lanzándome con violencia contra la esquina de un edificio, el impacto me provocó un fuerte impacto contra el volante, perdí el sentido….


4 de Marzo de 1993

Hora desconocida

Desperté con la impresión de tener tambores en mi cabeza, el dolor era superior a mi, no recordaba nada salvo el accidente, instintivamente palpé mi cuerpo todo seguía en su sitio, quizás todo había sido una pesadilla, me encontraba en una estancia a oscuras, no podía ver nada, tenía las costillas y el rostro vendados a causa del impacto, mientras continuaba asimilando la situación, la puerta se abrió de golpe y dos personas se dirigieron hacia mi, eran policías, sus rostros parecían cansados y sus uniformes habían visto días mejores, uno de ellos el de mayor edad con un brazo vendado se dirigió hacia mi y en tono autoritario entonó le ayudaremos a levantarse, todo el personal civil deberá ser evacuado, no pude preguntarles nada, el dolor me venció y con ello el sueño.

DIARIO DE UN PERIODISTA

28 de Febrero de 1993

¡Por fin! Al fin he encontrado la prueba necesaria para demostrar qué "canibalismo enfermizo" se da en esta ciudad.

¡Lo he visto con mis propios ojos! He visto cómo un hombre se comía a otro. Parecía un animal feroz arrancando carne fresca. Era totalmente asqueroso. He oído rumores de que mucha gente está sufriendo esta enfermedad. Sin embargo, no se conocen aún sus causas. ¿Otro misterio de la actual enfermedad? Tendré que investigar sobre ello.

Han establecido la ley marcial sobre Emsville City debido al canibalismo enfermizo. He perdido el contacto con los medios de fuera de la ciudad, pero no me rendiré. Como periodista, no cerraré los ojos ni pasaré de largo. Tengo una obligación con la gente y con mi profesión.

No creo que la enfermedad se haya extendido aún por todo el país. Pienso que esta ciudad posee la clave de su creación y de su cura. Es más, estoy seguro.

Los militares han levantado un bloqueo alrededor de la ciudad para evitar que los ciudadanos escapen y difundan la enfermedad. Sé que es lo correcto poner la ciudad en cuarentena, pero no puedo evitar auto compadecerme.

Si me contagian o me comen, no importa. Mi destino ya está sellado. Sólo me queda el periodismo. No me rendiré hasta resolver el misterio de esta enfermedad mortal. Acabo de descubrir que no se difunde por el aire, sino por otros medios.